"El individuo parece ser tan pequeño y la sociedad tan grande, que todos piensan que quien debe cambiar es la sociedad. La sociedad es sólo una palabra, un cadáver, no tiene alma, y nada puede cambiarse en ella. No importa que el individuo parezca pequeño; la transformación del individuo es aplicable a todos y entonces la realidad social del mañana será hermosa."
El valor de las cosas
Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio. El turista se
sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista.
sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
-¿Y dónde están los suyos...
- ¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
- Yo también... concluyó el sabio. "La vida en la tierra es solamente temporal... sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices".
"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad
con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables
y personas incomparables."
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